Descartes, Discurso método II

 

1- Contexto histórico y cultural
Para comprender el contexto histórico y cultural del pensamiento de Descartes hemos de remontarnos al Nominalismo de Guillermo de Okham (s XIV), con el que se inicia la ruptura de la armonía entre razón y fe propia de la Escolástica, y la independencia de la primera. Este proceso de laicización progresiva del pensamiento continúa con el Humanismo del Renacimiento; el ser humano se convierte en el centro de la reflexión filosófica lo que supone el fin del teocentrismo medieval. Descartes vive en el siglo XVII, en pleno Barroco, esta es una época de crisis, conflictos y contrastes, ya que en Europa se están produciendo cambios que suponen el paso del mundo medieval al moderno. Concretamente en el ámbito de la historia, la época en la que vive Descartes estuvo marcada por las “Guerras de Religión”, entre el sur de Europa (católico) y el norte de Europa (Protestante). Hay un ambiente generalizado de pesimismo que se refleja en las manifestaciones artísticas de la época: el tenebrismo pictórico y la temática de la literatura que versa sobre la fugacidad de la vida. En el ámbito filosófico este pesimismo se expresa en un escepticismo que Descartes combate activamente. También en el ámbito cultural es una época de crisis; la cultura oficial sigue siendo la Escolástica Medieval (tipo de enseñanza que recibe Descartes en el Colegio de la Flèche y que criticará en el Discurso..), se trata de una cultura dogmática y cerrada que no se adapta a las inquietudes de los intelectuales de la época, influidos por las novedades que en ciencia y filosofía había traído el Renacimiento. Pero la Inquisición persigue con saña a aquellos que se distancian de la cultura oficial y el propio Descartes, pese a su prudencia, no puede evitar persecuciones y conflictos. En este ambiente enrarecido se divulgan, en círculos extraoficiales, las ideas de Galileo. Su nuevo método científico, basado en la matematización de los datos empíricos y en la realización de experimentos, desbanca poco a poco los planteamientos científicos del Tomismo. Es el nacimiento de la nueva ciencia el acontecimiento cultural que sin duda más influyó en el pensamiento de Descartes.

 1.1. Contexto filosófico
 En el ámbito filosófico, debemos entender el periodo histórico en el que vive Descartes como una época de incertidumbre. La filosofía cristiana, vigente durante siglos, se derrumba. El Renacimiento supone una recuperación del pensamiento grecolatino , sobre todo el Humanismo que subraya la autonomía del individuo, capaz de elegir libremente su destino, frente a la filosofía medieval, para la que el ser humano depende en todo de Dios. Es importante destacar, por su influencia en la ciencia y la filosofía modernas, la recuperación renacentista del pitagorismo que inspirará la idea de que el mundo obedece a una armonía matemática, idea presente en el pensamiento de Kepler y en el del propio Descartes. En Francia aparece el Escepticismo, de Michel de Montaigne, quíen niega la posibilidad de alcanzar un conocimiento seguro. Descartes se rebela contra este escepticismo, con su filosofía tratará de fundar una nueva forma de pensar basada en principios verdaderos, firmes e incuestionables. En este contexto resulta imprescindible resolver la cuestión de la certeza: la filosofía moderna critica el realismo ingenuo de Aristóteles y el tomismo. Nuestro conocimiento no es un espejo que la realidad, sino que está formado por ideas. El problema de la certeza surge cuando nos planteamos qué es lo que nos asegura que nuestras ideas son verdaderas. A esta cuestión se le dan dos respuestas en la época moderna: en el continente europeo se desarrolla la Filosofía racionalista, en las islas británicas domina el enfoque empirista. Cada una de estas dos opciones pone su acento en una de las maneras que el hombre tiene para comprender el mundo, la razón y los sentidos. Las nuevas ciencias de la naturaleza (sobre todo la física) representan, como hemos visto, la síntesis de estos dos caminos: las matemáticas consideradas como obra maestra de la razón, unidas a la observación empírica del mundo en que vivimos. La importancia de Descartes consiste en que él inicia la tradición del Racionalismo, poniendo en duda la Filosofía Medieval e inaugurando un nuevo camino que luego será proseguido por filósofos tan importantes como Espinoza o Leibniz, y superado por el filósofo ilustrado Inmanuel Kant. Al atreverse a “partir desde cero”, criticando la filosofía Escolástica, Descartes es el primer pensador moderno.


2.     Identifica y explica el significado del texto.

El texto pertenece a la segunda parte del “Discurso del Método” en la que Descartes explica cómo va a ser el método que utilizará para la reforma del saber, concretamente en este fragmento expone las reglas del método.
Tras haber hecho una crítica negativa al saber de su tiempo, al que considera falto de unidad y obsoleto, y tras haber declarado su propósito de reformar y renovar el saber, expone los principios que va a seguir para su trabajo, pocos, pero severamente observados, en primer lugar afirma que solo va a admitir como verdaderos los principios evidentes (claros y distintos), en segundo lugar explica que procederá dividiendo las ideas en partes, es decir que ha de someter los conocimientos al análisis, para poder aplicar la regla de evidencia y hallar principios evidentes. En tercer lugar ha de reconstruir el saber partiendo de estos principios evidentes, y reordenando las ideas según su orden lógico. Por último se propone revisar el trabajo realizado (enumeración en el análisis y revisión de la síntesis) para tener la completa seguridad de haber procedido correctamente. Estas pocas reglas serán útiles para alcanzar la verdad en los conocimientos ya que están 5 inspiradas en las del método matemático y se apoyan en las facultades naturales de la razón (intuición y deducción). Descartes procederá en la cuarta parte del Discurso a la aplicación de estas reglas de trabajo a la revisión de la Filosofía.


3.     Justifica el texto desde la posición filósofica del autor.

Descartes busca una filosofía apoyada sobre unos cimientos sólidos, que se adecúe a la nueva época y que no se acabe derrumbando, como le ocurrió al pensamiento escolástico. Consciente de la necesidad de reformar el saber y de acuerdo con su idea de que todos los saberes se fundamentan en la Filosofía, que es la raíz de toda ciencia, se propone como objetivo una revisión radical de los principios de la Filosofía. Descartes tiene una confianza ilimitada en el poder de la razón, de hecho, salva de su crítica radical al saber de su época, a la lógica y las matemáticas, porque ve en ellas una gran claridad y certeza. Estas cualidades tienen su origen en que se trata de las disciplinas más claramente vinculadas con el modo en que, de forma natural, trabaja la razón. Según Descartes, dos son las facultades naturales de la razón, la intuición, que permite captar la verdad presente en las ideas evidentes, y la deducción, que es la capacidad que tiene nuestra razón de establecer conexiones lógicas y coherentes entre unas ideas y otras para formar conocimientos complejos. El saber escolástico está tan alterado por prejuicios y creencias, que ha perdido todo su rigor. El método cartesiano ha sido ideado para devolver al conocimiento filosófico el orden y la veracidad que debe tener, de este modo el resto de los saberes se fundamentaran en una base sólida. Descartes tiene el convencimiento de que este método es el adecuado ya que refleja con absoluta fidelidad el modo en que 6 funciona nuestra razón (como lo hace el método de la lógica y las matemáticas) la primera regla se ajusta a la intuición, y la tercera regla a la deducción. En la cuarta parte del Discurso del método, Descartes procederá a la aplicación de estos principios a la revisión de la Filosofía. Por medio de la duda metódica llegará al descubrimiento del cógito (primera idea evidente y cierta), a partir del análisis de las ideas que hay en nuestro pensamiento y de la idea de perfección, hallará la segunda certeza (la existencia de Dios) y de la perfección divina deducirá la existencia del mundo como “res extensa”, ya que –afirma Descartes- las percepciones sensibles son dudosas, y no pueden fundamentar un conocimiento firme. Estas tres sustancias son realidades metafísicas cuya existencia es evidente y que son la base del resto del saber. Descartes está, con estas ideas, sentando las bases de la filosofía moderna. En efecto, su afirmación de la existencia de la sustancia pensante, independiente de la sustancia extensa, refleja una concepción de la conciencia humana como realidad libre de cualquier ley física, ya que las leyes de la física solo afectan al mundo, o realidad extramental. El mundo, tal como lo concibe Descartes, es una realidad de la que solo podemos conocer su dimensión matematizable: es el mundo interpretado al modo de la física galileana. Por su defensa de la libertad de la conciencia y por su incorporación de los hallazgos de la nueva ciencia a la filosofía, Descartes inaugura una nueva época en el pensamiento filosófico.


4.     Valora razonadamente la actualidad del texto.

El método de Descartes es muy importante para el progreso del conocimiento. La época que se inaugura con Descartes es la del establecimiento del método científico. A partir de este momento, y sobre todo en el siglo XVIII y XVII, se produce un enorme avance de las ciencias que ha transformado profundamente el modo de vida de las personas. En el ámbito de la naturaleza o “res extensa”, el método hipotético-deductivo se aplica a diversos ámbitos, dando lugar a la especialización de las ciencias. En el siglo XIX aparecen las “Ciencias humanas”, con un método especial, el heurístico, la Sociología, Antropología, Psicología, Historiografía, etc. La matematización también se ha aplicado al estudio del ser humano. Por otra parte, debemos subrayar la actualidad del pensamiento cartesiano por su actitud de abierta crítica al pensamiento filosófico heredado de la Edad Media en donde Dios era el fundamento por antonomasia. Descartes, en cambio, somete a una dura crítica la tradición filosófica y pone en entredicho todos los conocimientos previamente aprendidos, logrando estructurar un nuevo saber filosófico y científico que ya no tiene como centro y fundamento a Dios, sino al hombre y la razón humana. Con ello su pensamiento abre una nueva etapa en la indagación y reflexión filosófica que se opone al oscurantismo de más de diez siglos, impuesto por el cristianismo y, más concretamente, por la iglesia católica italiana. Descartes tiene el valor de cuestionar prejuicios y creencias, poniendo la razón por encima del dogma, su actitud está de plena actualidad, ya que el fanatismo nunca ha dejado de ser un atentado contra la razón, como tristemente nos recuerdan las actividades terroristas del radicalismo religioso o el extremismo populista en la política.

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